Escándalo en Reino Unido por una fiesta navideña en Downing Street en pleno confinamiento de 2020
Completo escándalo en Reino Unido tras la filtración de una falsa rueda de prensa en la que una portavoz de Downing Street reconoce e incluso bromea sobre la celebración de una fiesta navideña en diciembre de 2020. En esas fechas había duras restricciones por la pandemia del coronavirus, lo que ha puesto contra las cuerdas a Boris Johnson.
Downing Street ha desviado hasta ahora las críticas en torno a la supuesta fiesta, a la que asistieron el 18 de diciembre de 2020 «decenas» de personas, según la radiotelevisión pública BBC. La doctrina oficial pasaba entonces por prohibir las reuniones en interiores salvo para miembros de una misma burbuja familiar y limitar al máximo los contactos.
Sin embargo, la cadena ITV ha difundido las imágenes de un simulacro de rueda de prensa en la que la entonces jefa de prensa de Downing Street, Allegra Stratton, es interrogada sobre el encuentro. Entre bromas, llega a responder: «Esta fiesta ficticia fue una reunión de negocios y no hubo distancia social».
«No hubo fiesta de Navidad. Se siguieron las normas COVID en todo momento», han respondido fuentes de la oficina del primer ministro, Boris Johnson, poco antes de que el propio ‘premier’ compareciese en la Cámara de los Comunes y pasase también de puntillas por el hecho en sí.
El ‘premier’ se ha confesado «furioso» por el vídeo filtrado. «Entiendo y comparto el enfado», ha dicho, reconociendo que da la impresión de que el personal de su oficina se tomaba «a la ligera» las medidas.
Así, ha pedido perdón «sin reservas», pero por los comentarios pronunciados por Stratton y otros miembros del equipo, ya que la versión oficial sigue siendo que en ningún momento se violaron las recomendaciones sanitarias. Habrá una investigación y, «si es necesario», se tomarán medidas, ha añadido.
Stratton, protagonista del vídeo, ha anunciado que abandonará su puesto como asesora, en una emocionada declaración ante los medios en los que ha pedido perdón a los británicos y ha asegurado que no quería burlarse de quienes cumplían las reglas. «Lamentaré esas declaraciones durante el resto de mi vida», ha lamentado.